El escenario global marcado por las restricciones de la pandemia sanitaria y la vida en interiores avanza cada vez más hacia una reconciliación con nuestra gente, con los gestos cotidianos y la apertura del hogar hacia el exterior.
La llegada del verano supone, además, un momento decisivo para dejar atrás esos días de estrés y enclaustramiento tanto para aquellos que busquen espacios de cercanía y reencuentros como la intimidad y la tranquilidad del retiro vacacional. El paso de un tiempo tan prolongado con restricciones de movimiento ha evidenciado el impacto de los materiales y los colores en el bienestar personal e incluso emocional.
El Cuaderno de Tendencias del Hábitat 22/23 apunta a la naturaleza como un aliado sanador ante este periodo de preocupación y agitación. El documento refleja, así, un cambio de patrón social: hemos potenciado nuestra relación simbiótica con el medio ambiente y el consumo de productos que marcan la diferencia en este campo.
Por ello, una de las claves en las tendencias para la época estival, tanto en interiorismo como en terrazas y exteriores, radica en el refuerzo de una conexión más auténtica con la naturaleza.
Ahí entra en juego el uso de materiales como el ratán, el cáñamo, el bambú, o las fibras de yute, coco o lino, que aportan una huella estética más artesanal a tu hogar.
Este tipo de elementos se introducen entre el mobiliario tanto como bienes aislados como esenciales de la estancia (puertas, sillones, mesas) y destacan en las tendencias de verano, por favorecer esa conexión sincera con el medio ambiente y potenciar el bienestar y la elegancia.
La simplicidad y el sosiego son rasgos presentes en estos diseños y la decoración con elementos naturales aporta una atmósfera muy especial y personal al hogar, además de ofrecer sensaciones de cercanía y calidez. Una de las claves es la elección de los materiales de las piezas, especialmente en terrazas y aquellas zonas situadas en el exterior.
Las terrazas deben convertirse en espacios funcionales, con líneas limpias, luminosas y que conecten con la naturaleza. Las plantas, el color tierra o el uso del verde también ayudan a convertirlas en lugares de calma, serenidad y descanso.
En el estilo natural predominan tejidos ‘nude’ y el uso de colores neutros en tonos beige, grises y blancos. Sin embargo, sobre esta base, los salones de verano también reclaman pinceladas de contraste en naranjas, rosas, azules o violetas intensos.
Los muebles con curvas y los diseños de formas orgánicas destacan en la configuración del espacio, como lámparas, sofás, sillones y complementos de líneas sinuosas. Los bienes deben ofrecer, sin excepción, una óptima resistencia al sol, al agua o cualquier otro contratiempo climático. Lo más adecuado es optar por piezas de madera maciza, fibras naturales y tejidos orgánicos.
El ratán es uno de los materiales más utilizados para este tipo de mobiliario debido a su versatilidad, estética y resistencia.
Este diseño de puertas de Velsan incorpora el ratán como material principal para los plafones. La estructura se ofrece tanto en lacado en tonos lisos como en acabados de madera natural o tintada.
En Velsan ofrecemos a nuestros clientes un alto valor estético y personal a los elementos más funcionales del hogar. Las puertas de las alacenas o cualquier tipo de mobiliario auxiliar también se pueden diseñar a juego.
Los ciudadanos valoran cada vez más la exclusividad y la autenticidad. Por ello, en Velsan queremos que nuestros clientes tengan la oportunidad de rodearse de elementos de decoración únicos y a medida, que formen parte de su propia historia.
Esta idea también se aplica al sector comercial. Crear espacios únicos y totalmente exclusivos es lo que garantiza el éxito de cualquier proyecto y permite establecer una señal de identidad hacia el cliente.