La naturaleza cada vez tiene más peso en el diseño de interiores actual. Ya te hemos hablado de muchas tendencias, como la del diseño biofílico, que realzan el valor de los materiales naturales y sostenibles. En este contexto entra en juego el ‘craftcore’, un nuevo estilo que se enfoca en el poder de la artesanía.
Esta corriente apareció por primera vez hace un par de años en el mundo de la moda. Después de la pandemia, muchas personas comenzaron a ver el valor de las prendas hechas a mano utilizando técnicas como el crochet o el ganchillo.
La popularidad del craftcore llegó al interiorismo y tomó la forma de un nuevo estilo de decoración que pone en primer plano lo artesano y el uso de materiales naturales. Realza la habilidad de los artistas y su creatividad a la hora de crear piezas únicas.
Esta tendencia supone una vuelta a los orígenes, una forma de traer el pasado de nuestras costumbres al presente y de elevar la importancia de las profesiones tradicionales.
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Las claves del craftcore
Una de las características esenciales de este enfoque es su apuesta por los materiales naturales. El craftcore celebra el uso de materias como la madera, la lana, el lino, el algodón o el mimbre. Esta conexión con el exterior aporta una calidez y una textura difíciles de replicar con componentes sintéticos, además de crear un ambiente relajante y sereno.
Otro de los puntos clave de la tendencia es que revaloriza el producto artesanal y vuelve a darle un lugar destacado en los interiores. El craftcore destaca la habilidad manual y el tiempo dedicado a la creación de cada pieza, desde muebles hasta accesorios. Por eso, han ido apareciendo proyectos como La Hacería, un buscador español con el que puedes encontrar a artistas artesanos del país.
Esto también está unido a la idea de traer el pasado al presente, dar una nueva oportunidad a elementos antiguos, como sillas o mesas heredadas, y otorgarles un hueco en nuestras estancias.
Los muebles personalizados tienen una posición destacada dentro de esta corriente de interiorismo. Se adaptan perfectamente a cada espacio, al estar creados con sus dimensiones en mente. Por no hablar de que son piezas con ‘alma’, hechas cuidadosamente y construidas para durar en el tiempo.
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En cuanto a la sostenibilidad, el craftcore destaca por su enfoque ético en la producción y el consumo. Todos los elementos creados dentro de esta tendencia usan materiales naturales y procesos de fabricación que minimizan el impacto ambiental.
Optar por muebles personalizados hechos a mano no solo significa invertir en calidad, sino también apoyar a los artesanos locales y reducir la dependencia de la producción en masa. Algo beneficioso para el planeta y que promueve una economía justa y equitativa.
El craftcore es más que una tendencia, es una filosofía que aboga por un estilo de vida más consciente, auténtico y sostenible. Además, los interiores que lo utilizan consiguen una apariencia única y especial gracias al origen artesano de sus elementos.