El mundo está cada vez más urbanizado. La ONU prevé que en 2025 un 88 % de la población de España vivirá en ciudades. En este contexto ha nacido el diseño biofílico, una tendencia de arquitectura y diseño de interiores que busca traer la naturaleza a los espacios urbanos.
Esta corriente surge del biomorfismo, un movimiento artístico del siglo XX centrado en el poder de la vida natural que usaba formas orgánicas. Lo que propone el diseño biofílico es incorporar elementos propios de la naturaleza a los espacios, con el objetivo de contribuir al bienestar humano.
Este enfoque reconoce la influencia positiva que tiene la presencia de este tipo de componentes en la salud de las personas, tanto a nivel físico como emocional. Se centra en evocar sensaciones, aportar tranquilidad, calma y felicidad.
La pandemia del COVID-19 aceleró su popularidad. El confinamiento provocó que la gente fuera mucho más consciente de la necesidad de estar en contacto con el aire libre.
Las claves del diseño biofílico
La naturaleza es la protagonista del diseño biofílico, que establece una conexión visual y no visual con ella. Por eso, es importante tener contacto con el aire fresco, disponer de una buena ventilación.
La iluminación también juega un papel clave. Esta corriente busca maximizar la entrada de luz natural en los espacios, por medio de grandes ventanales o tragaluces. Y en los interiores, utiliza luces cálidas que recuerdan al sol y que contribuyen a que las personas se sientan más seguras.
En el diseño biofílico predominan los colores naturales, como los tonos verdes o marrones, en diferentes variantes. Asimismo, son muy comunes los materiales que llegan directamente de la naturaleza. Entre ellos, está la madera recuperada, el bambú e incluso la piedra.
Esta tendencia se inspira en la biodiversidad del medio ambiente y esto se refleja en las formas de sus elementos. Así, es frecuente ver curvas suaves, texturas y patrones propios de la vida natural. Por ejemplo, una mesa con patas que imitan a las ramas de un árbol o estantes que se asemejan a hojas.
El diseño biofílico va más allá de la elección de materiales y formas, también se trata de incorporar seres vivos al diseño de interiores. Es habitual utilizar diferentes tipos de plantas que den un toque de diversidad, así como papeles de pared o tapices con motivos florales.
En el uso de mobiliario, se pueden incluir jardines verticales o pequeñas fuentes de agua que ayuden a crear un ambiente relajante y sereno.
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Un diseño centrado en el bienestar
Esta conexión con la naturaleza aporta muchos efectos positivos en la salud mental y física. Los espacios que siguen esta corriente ayudan a reducir el estrés, mejorar la concentración y promover la creatividad y productividad. La sensación de estar más cerca del mundo natural puede transformar la experiencia del día a día, sobre todo en los entornos más urbanizados.
Espacios relajantes hechos a medida
Los muebles hechos a medida son unos grandes aliados a la hora de aplicar esta tendencia. Con ellos se puede crear mobiliario con formas únicas y materiales sostenibles propios de la naturaleza.
Por eso, si tienes un proyecto de decoración entre manos, puedes ponerte en contacto con nosotros. Tráenos tus diseños y te ayudaremos a hacerlos realidad.
